
La sostenibilidad en las empresas ha dejado de ser simplemente una ventaja competitiva para convertirse en un requisito indispensable para la supervivencia y el éxito a largo plazo. Las empresas que no respondan a esta llamada corren el riesgo de quedarse atrás en un mercado que valora cada vez más el compromiso con el medio ambiente y la sociedad.
La crisis climática, la presión de la sociedad y las nuevas regulaciones están llevando a organizaciones de todos los tamaños a reconsiderar sus modelos de negocio y a adoptar prácticas más responsables y sostenibles.
Cada acción es significativa, y las empresas tienen tanto el poder como la responsabilidad de liderar este cambio hacia un modelo más sostenible y equitativo. Adoptar prácticas de sostenibilidad empresarial no sólo aporta beneficios al planeta y a la sociedad, sino que también fortalece la resiliencia y la rentabilidad de las organizaciones.
¿Qué es la sostenibilidad empresarial?
La sostenibilidad empresarial es la forma en que las empresas pueden crecer y obtener beneficios sin dañar el medioambiente ni perjudicar el futuro de las próximas generaciones. Para lograrlo, las empresas deben considerar tres aspectos importantes que además, están interrelacionados:
- Medioambiental: consiste en gestionar de manera eficiente y responsable los recursos naturales, minimizando el impacto ambiental y contribuyendo activamente a la mitigación del cambio climático. Esto significa usar los materiales de manera responsable, contaminar menos y reciclar más.
- Social: promoción de sociedades justas, inclusivas y cohesionadas, donde las empresas desempeñan un papel clave en el bienestar y desarrollo de las comunidades. Es decir, pensar en las personas y las comunidades. Para ello, las acciones involucradas entre otras muchas, son pagar salarios justos, ofrecer buenas condiciones de trabajo, respetar los derechos humanos, colaborar con la comunidad y apoyar la igualdad y la inclusión.
- Económica: se trata de ser rentable de forma equilibrada. Las empresas sostenibles desarrollan modelos de negocio rentables que generan riqueza y oportunidades, pero sin explotar los recursos ni a las personas, y compartiendo los beneficios de manera justa.
¿Qué beneficios obtienen las empresas que adoptan la sostenibilidad?
Implementar una estrategia de sostenibilidad empresarial además de ser una responsabilidad ética, también ofrece múltiples beneficios y ventajas competitivas:
- Mayor eficiencia e innovación: al buscar procesos más limpios y eficientes, se reducen costes y se impulsan nuevas ideas que mejoran productos y servicios.
- Mejora de la imagen y reputación: las empresas sostenibles tienen una mejor imagen ante los clientes, proveedores e inversores, aumentando así su prestigio y valor de la marca.
- Atracción y retención del talento: los profesionales con mayor talento y/o cualificación prefieren trabajar en organizaciones con valores relacionados con la sostenibilidad, lo que facilita la contratación y retención de empleados comprometidos.
- Mejor acceso a financiación: las entidades financieras, aseguradoras e inversores muestran preferencia por apoyar proyectos empresariales sostenibles, lo que facilita conseguir créditos y/o capital ya sea para invertir en un proyecto, lanzar una nueva idea de negocio o crecer.
- Cumplimiento normativo y anticipación: adaptarse antes de que las leyes cambien evita sanciones, reduce riesgos legales y facilita la respuesta a nuevas exigencias.
- Ventaja en licitaciones: Muchas convocatorias públicas y privadas favorecen a empresas con criterios sostenibles, ampliando sus oportunidades de negocio.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): ¿Qué son y qué papel juegan?
¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible? Los ODS son una lista de 17 metas creadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015. El propósito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es mejorar la vida de todas las personas en el mundo y proteger el planeta. Estos objetivos forman parte de la Agenda 2030, un plan global que busca acabar con la pobreza, cuidar el medioambiente y crear un futuro más justo y próspero para todas las naciones.
¿Por qué son importantes los ODS para las empresas? Las empresas desempeñan un papel clave en la consecución de los ODS porque, con sus actividades diarias, pueden influir en áreas muy diversas: desde reducir las emisiones de gases que provocan el cambio climático, hasta garantizar salarios justos, promover la igualdad de género o impulsar el crecimiento económico en las comunidades donde operan.
¿Qué papel juegan los Objetivos de Desarrollo Sostenible? La empresas obtienen varios beneficios de integrar los ODS en la estrategia empresarial:
- Identificar áreas de mejora: las empresas pueden analizar cómo sus prácticas actuales afectan distintos objetivos (por ejemplo, consumo de energía o condiciones laborales). De esta forma pueden comparar y así establecer objetivos empresariales concretos para mejorar.
- Fomentar la colaboración: trabajando junto a gobiernos, organizaciones sin ánimo de lucro, proveedores, clientes y otras empresas, se logran resultados más significativos y duraderos.
- Medir y comunicar el progreso: existen indicadores internacionales que permiten a las empresas mostrar con datos sus avances hacia la sostenibilidad. Esto ayuda a generar confianza entre clientes, inversores y la sociedad, mostrando que la empresa contribuye a un mundo mejor.
En definitiva, los ODS sirven como una guía para que empresas, gobiernos y personas trabajen juntas en la construcción de un futuro sostenible, donde prosperen tanto el medioambiente como las comunidades en todo el planeta.
Claves para implementar una estrategia de sostenibilidad en las empresas
- Entender por qué es importante la sostenibilidad: todos en la organización —desde la dirección hasta el personal— deben saber qué es la sostenibilidad, por qué es esencial cuidar el medioambiente, la sociedad y la economía al mismo tiempo, y cómo esto beneficia tanto a la empresa como a la comunidad.
- Analizar el impacto actual de la empresa: hay que revisar detenidamente de qué manera las actividades de la compañía influyen en el entorno. ¿Se consumen muchos recursos naturales? ¿Se promueve el empleo justo y la igualdad de oportunidades? ¿Cómo se generan ingresos y se distribuyen los beneficios? Conocer la situación actual permite detectar áreas de mejora.
- Definir metas claras: a partir del análisis, se deben establecer objetivos concretos y medibles, que estén alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Por ejemplo, reducir las emisiones contaminantes en un porcentaje determinado o mejorar las condiciones laborales de los empleados.
- Integrar la sostenibilidad en el negocio: la sostenibilidad no debe verse como una tarea extra o un “proyecto aparte”. Debe formar parte del núcleo de la estrategia empresarial, influir en las decisiones diarias y aplicarse en todas las áreas, desde la producción hasta las ventas. Para potenciar esta integración, muchos negocios están explorando soluciones innovadoras como la digitalización empresarial, que permite conectar procesos sostenibles con tecnología de vanguardia.
- Capacitar y concienciar al personal: es importante que todos los empleados, sin importar su función o nivel, entiendan las prácticas sostenibles y las pongan en marcha. Esto se logra a través de talleres, cursos y la comunicación constante sobre la importancia de sus acciones.
- Ser transparentes y comunicar los avances: la empresa debe informar de forma honesta y clara sobre sus logros, dificultades y próximos pasos en materia de sostenibilidad. Esto construye confianza con los clientes, inversores, empleados y la comunidad.
- Trabajar con proveedores y clientes en la cadena de valor: la sostenibilidad no termina en la empresa. Es útil colaborar con proveedores, clientes y otros socios para mejorar todos los pasos del proceso productivo (por ejemplo, comprando a proveedores que usen materiales reciclados o enseñando a los clientes a reciclar el envase del producto).
En pocas palabras, la sostenibilidad empresarial requiere un compromiso real, metas precisas, formación del personal, comunicación abierta y colaboración con todos los que participan en la actividad de la empresa. De esta forma, se logra un impacto positivo duradero en el planeta y en las personas.
Ejemplos de sostenibilidad empresarial
- Inditex: el grupo textil propietario de marcas como Zara, Massimo Dutti o Bershka, integra la sostenibilidad en su cadena de valor. A través de su iniciativa “Join Life”, Inditex promueve el uso de materiales orgánicos, reciclados o más sostenibles, al mismo tiempo que reduce el consumo de agua y energía en sus procesos. Además, supervisa las condiciones de trabajo en toda su cadena de suministro para asegurar que se respeten los derechos humanos y laborales. De esta forma, Inditex demuestra que es posible ofrecer moda actual y asequible sin descuidar el cuidado del planeta ni el bienestar de las personas involucradas en la producción.
- Hoteles Serawa: esta cadena hotelera de origen valenciano ha incorporado la sostenibilidad en cada aspecto de su negocio, ofreciendo experiencias de alojamiento basadas en principios ecológicos. Entre sus iniciativas destacan el uso responsable del agua, la promoción de condiciones laborales justas, la reducción de emisiones de carbono y el respeto por la vida submarina del Mediterráneo. Además, impulsan la inclusión social a través de programas que benefician a las comunidades locales.
- Mercado IT: Esta empresa, referente en la venta de productos tecnológicos reacondicionados, ha convertido la sostenibilidad en el pilar de su estrategia corporativa. Al alargar la vida útil de los dispositivos y reducir así la necesidad de fabricar nuevos productos, Mercado IT combate la generación de residuos electrónicos y la obsolescencia programada. De esta manera, su modelo de negocio demuestra que es posible obtener beneficios económicos al tiempo que se disminuye el impacto medioambiental.
La educación en sostenibilidad empresarial como motor de cambio
La formación en sostenibilidad empresarial ofrece las herramientas esenciales para enfrentar los retos del presente y del futuro, incluyendo los derivados del cambio climático y las nuevas demandas sociales. Tanto a través de cursos especializados, certificaciones ambientales o programas de posgrado como un MBA ( Máster In Business Administration) que incluya materias en sostenibilidad, las organizaciones pueden:
- Mantenerse al día con las últimas tendencias: entender nuevas normativas, avances tecnológicos y metodologías para reducir el impacto ambiental, así como conocer las prácticas más responsables en el ámbito empresarial. Por ejemplo, uno de los mejores Executive MBA en Madrid que imparte ESADE Business School, integra la sostenibilidad en el programa académico como uno de sus pilares formativos. Ofrece a los alumnos las herramientas para optimizar cadenas de suministro desde una perspectiva responsable. A lo largo del programa, los estudiantes aprenden a incorporar criterios ambientales y sociales en sus decisiones, lo que permite llevar a cabo una gestión empresarial que permita reducir emisiones, minimizar residuos y crear procesos logísticos más eficientes y respetuosos con el entorno.
- Fomentar la innovación: capacitar a los equipos en pensamiento creativo y soluciones sustentables impulsa el desarrollo de nuevos productos, servicios y la automatización de procesos que aprovechen los recursos de forma más eficiente. Esto puede traducirse en materiales más duraderos o modelos de negocio circulares.
- Impulsar el liderazgo sostenible: formar a líderes capaces de guiar a sus equipos hacia una cultura corporativa responsable, integrando criterios ambientales, sociales y económicos en las decisiones estratégicas. Un directivo formado en un MBA con énfasis en sostenibilidad empresarial podrá motivar cambios internos, exigir transparencia en la cadena de valor y alinear la empresa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En un contexto de cambios rápidos y desafíos globales, la sostenibilidad empresarial ya no es una opción, sino una necesidad. Al apostar por la educación y la capacitación, las empresas pueden adoptar un rol protagonista y construir un futuro más próspero, justo y equilibrado para todas las generaciones.